Cuando el Beato José Allamano fundó nuestra congregación en Italia, fue el exótico continente africano, precisamente en Kenia, el primer destino de los misioneros y misioneras de la Consolata. Hoy estamos presente también en Tanzania, Etiopia, República Democrática del Congo, Costa de Marfil, Mozambique, Uganda, Sudáfrica, Guinea Bissau, Djibuti y Angola.
En el viejo continente europeo, después de Italia, los misioneros y misioneras fueron también hacia Inglaterra, España, Polonia y Portugal.
El rico continente americano no quedó sin la presencia de la familia consolatina, Canadá, Estados Unidos, México, Colombia, Ecuador, Venezuela, Brasil, Bolivia y Argentina, recibieron la consolación de Jesucristo a través del testimonio de los hijos e hijas del Beato Allamano.
Corea del Sur, Mongolia y Taiwán, resultaron los últimos países del enigmático continente asiático a acoger a los misioneros de la Consolata.
En total son veintiocho los países del mundo donde unos 1600 misioneros y misioneras nos encontramos anunciando la alegría del Evangelio.