Buenos Aires (AICA):
“La crítica indiscriminada contra líderes comunitarios y agrupaciones populares puede alentar la creación de un clima hostil e intolerante, la ‘sutil xenofobia’ sobre la que alertó el papa Francisco”, dice el obispo de Gualeguaychú y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Lozano, en un artículo publicado hoy en el diario La Nación.

“La crítica indiscriminada contra líderes comunitarios y agrupaciones populares puede alentar la creación de un clima hostil e intolerante, la ‘sutil xenofobia’ sobre la que alertó el papa Francisco”, dice el obispo de Gualeguaychú y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, monseñor Jorge Lozano, en un artículo publicado hoy en el diario La Nación.

“Varias organizaciones de la sociedad -señala monseñor Lozano- cuentan con mayor tiempo de tradición, como los partidos políticos, los sindicatos, algunas cámaras empresarias. Otras son más nuevas, como las organizaciones por la defensa del medio ambiente o de derechos humanos”, y tras realizar un pantallazo de las diversas asociaciones y movimientos sociales, se refiere al motivo de su nota que titula “movimientos sociales bajo sospecha”.

Sin mencionar ni aludir a ninguno de éstos, monseñor Lozano expresa: “En las últimas semanas se criticó peyorativamente en algunos medios y en las redes sociales a diversas organizaciones y a sus líderes, con el serio riesgo de generar un clima hostil e intolerante. Mediante insultos, basados en noticias sin chequear, se usan como ‘chivos expiatorios’ a algunos líderes sociales, sin mencionar a quienes se enriquecieron a costa del Estado incrementando escandalosamente sus patrimonios personales o empresariales. Debemos cuidarnos de no caer en lo que Francisco llama "sutil xenofobia", bajo el noble ropaje de lucha contra la corrupción o el clientelismo”.

Tras otros conceptos, el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social concluye: “Las asociaciones intermedias, las organizaciones populares, son verdaderas redes que fortalecen el tejido social, que cuidan a los más frágiles ante el avance de la globalización de la indiferencia y la intemperie del abandono, "poetas sociales" que aportan al bien común, la justicia y la paz. Si los demonizamos y no sabemos (o queremos) acoger sus voces y aportes, seremos cada día más pobres como sociedad”.

Fuente: AICA